1. Inicio
  2. Noticias de Economia en ABC
  3. Un observatorio pagado por todos para vigilar a los empresarios
Noticias de Economia en ABC

Un observatorio pagado por todos para vigilar a los empresarios

Suma y sigue. No hay descanso para la maquinaria intervencionista del Gobierno Sánchez . Ni fin. Y es que lejos de acercar posturas, Moncloa aumenta el radio de acción en su lucha contra el mundo de los que generan riqueza, de los que dan empleo, de los que, en definitiva, tiran de la actividad económica del país, pero que se han visto descaradamente apartados de toda negociación de realidades económicas que mayormente les afectan. Son los empresarios. Grandes, medianos y pequeños. Y, por supuesto, los autónomos. Que la nueva legislación -fiscal, laboral, pensiones…- no va por barrios, va contra la globalidad del colectivo. Lo último de lo último no ha sido arremeter contra Mercadona y su presidente, Juan Roig , que también; ni lanzarse en tromba a atacar, insultar y amenazar al presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, tras la decisión de trasladar su sede a Ámsterdan, que también. Ha sido ‘cuasianunciar’, como quien no quiere la cosa, la puesta en marcha de un observatorio de beneficios empresariales; una suerte de inquisición corporativa para tostar en la hoguera pública a las compañías que hagan su trabajo y creen riqueza y valor para sus accionistas. Una «sugerente» propuesta lanzada por CC.OO. -¿o más bien de los sindicatos utilizados como caballo de Troya del Gobierno?-, que ha puesto sobre el tapete el propio presidente estos días en Lanzarote, en el marco de la cumbre hispano-portuguesa. Allí, Pedro Sánchez , por sorpresa -¡ya, qué casualidad! o ¿causalidad?- retomó el asunto y tras tachar de «compleja» su puesta en marcha, apuntó que por las diferentes fuentes para obtener esta información y agregarla por sectores, se están estudiando fórmulas para «ver exactamente cómo se puede aterrizar». Para, reconocen también por mentideros monclovitas, forzar la negociación de un pacto de rentas con la patronal, escrutando la distribución de los márgenes. Vamos, escudriñar por la cara cuánto va a parar a las cuentas de resultados de las empresas privadas y cuánto a los salarios de los trabajadores. Pues… eso tiene nombre. Y se llama ‘economía planificada’ y lo inventó en la Unión Soviética ‘Tito Lenin’. Noticia Relacionada estandar Si De lo que se queja el Ibex: litigiosidad, inestabilidad jurídica y presión fiscal Bruno Pérez Los informes anuales de las 35 mayores cotizadas del país revelan la creciente preocupación por el riesgo regulatorio Pues ellos lo llaman ‘Observatorio’. Curioso. Aunque bien visto, claro que es un observatorio. Porque observar no es ilegal. Otra cosa es lo que vayan a hacer después con los resultados de la observancia, que ya nos los imaginamos con los antecedentes de un equipo de Gobierno forjado en el chavismo y la economía planificada. No es extraño pues que la gran empresa esté cogiendo el complejo del beneficio y tema salir a presentar resultados con una fotografía demasiado positiva, porque lejos de ganarse la admiración externa y la credibilidad interna -porque no lo olviden, se debe a sus inversores, accionistas y empleados- se presenta en sociedad como el exponente de la codicia y de los beneficios caídos del cielo. Y aquí a los únicos que les cae dinero sin hacer nada productivo es al sanchismo y sus terminales del PSOE S.A., haciendo y desahaciendo a su antojo, sin pudor ni rubor, que ya no saben qué inventar para tragarse los fondos europeos con la idea más peregrina. Mientras, en el seno de las grandes empresas españolas ya no cunde ni el pánico ni hay ápice de sorpresa alguna. No se callan, si bien destilan un halo de tristeza y resignación ante lo que está por venir si el resiliente del Gobierno y los suyos repiten legislatura: «Deberían centrarse en ayudar a que las empresas aumenten sus beneficios y dejar sus ansias fiscalizadoras para asuntos que sí les compete como podría ser el gasto público. Los gestores de empresas tenemos la obligación de buscar la mayor rentabilidad para nuestros accionistas». «Se pretende uniformar e intervenir al máximo, como si las empresas no tuvieran ya el máximo de controles a través de la CNMC, CNMV, la Agencia Tributaria, la propia regulación rigurosísima». «El anunció va en la dirección no de transparencia sino del viejo argumento de sembrar sospechas. La propia ministra Ribera dijo, por ejemplo, que las empresas eléctricas «no juegan limpio», es la vieja técnica de la mala política referida al adversario, sembrar sospechas». «Lo importante tras la decisión de Ferrovial no es solo que abre el camino a otras empresas españolas, es saber cuántas empresas pensaban venir aquí y han paralizado el proceso». «Habrá que esperar a tener más información. Dependiendo del detalle será o no ilegal, no se pueden meter en algo así e imponer distribuciones de los resultados». «En este Gobierno buscan señuelos electorales para activar las tripas en vez de la inteligencia, y esto produce serios daños económicos muy difícil después de reconducir. El marrón, para el siguiente, si llega»… Enfrente, de momento, Alberto Núñez Feijóo , que en lugar de montar una formidable batería de ataque y defensa para la batalla sin cuartel que le viene encima con el sanchismo, para algunos de estos primeros espadas de la gran empresa española bien parece estar a por uvas, «pensando que le va a caer sola la fruta madura como años atrás le sucedió a Rajoy con Zapatero». Pues… se equivocaría porque enfrente hay un rival fabuloso y más peligroso que ningún otro conocido, porque no tiene límites ni escrúpulos. Es capaz de hacer lo contrario de lo que dice sin despeinarse. Feijóo comprobará que con esta gente uno lanza la pelota al frontón de la vergüenza, la moral y los valores y no vuelve, porque no existe. Ya lo dice el refranero: en la boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso. Por cierto, a Sánchez le habría venido de perlas un sistema para anular al Parlamento como el de su admirado Macron, que pretende cambiar por decreto el sistema de pensiones en Francia sin necesidad de pasar por el lugar donde reside la soberanía popular a cambio de una artificiosa moción de censura. Sobre todo si esta fuera la de Tamames. Tiempo al tiempo.

Entrada siguiente
El hidrógeno verde explicado en gráficos
Entrada anterior
BlackRock y UBS pugnan por comprar Credit Suisse tras el caos bancario de esta semana