La cesta de la compra también se hace inteligente

Inteligencia artificial (IA), ‘deep learning’, ‘big data’… la revolución de los algoritmos venta minorista sirve para objetivos tan diferentes como ajustar bien los stocks y reducir el desperdicio alimentario, optimizar la gestión de flotas, predecir los robos, conocer el comportamiento del comprador para ofrecerle servicios personalizados o seleccionar personal. La distribución alimentaria lleva años trabajando en la introducción de la tecnología en sus procesos logísticos y de relación con proveedores y clientes. Según Felipe Medina, secretario general técnico de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), «las empresas consideran la innovación tecnológica como un elemento fundamental para ganar en eficiencia, reducir costes y contribuir a la lucha contra el cambio climático». Estas herramientas contribuyen a la transmisión de información rápida a los productores sobre las tendencias de consumo, lo que les facilita la adaptación de sus producciones a la demanda del consumidor. «La disponibilidad de esta información sobre los movimientos del lineal -afirma Medina- se apoya en los potentes sistemas informáticos de gestión de surtido que fomentan la eficacia de la cadena agroalimentaria enfocada al servicio al consumidor». Sobre la predicción del comportamiento del consumidor y el servicio que se ofrece a este durante el acto de compra, Medina considera que «la IA, el ‘big data’ y el internet de las cosas, que en retail empieza a llamarse internet del retail, contribuirán de forma importante a la mejora en ambos ámbitos». Los robos hacen perder, de media en España, entre el 1 y el 1,5% de la facturación total en supermercados. Pero en algunos establecimientos se puede llegar a hablar de hasta el 3 o el 4%. Son los datos que maneja Veesion España, una empresa de origen francés que trabaja con Carrefour Express, Suma y Coviran, aunque también desarrolla su tecnología en farmacias, tiendas de ropa, de electrónica y de perfumería. Noticia Relacionada estandar Si La revolución de la inteligencia artificial se propaga al ralentí en España Laura Montero Carretero Nuestro país parte lejos de unos referentes europeos que ya están a años luz de Estados Unidos y China, escenario agravado por una respuesta institucional centrada en la regulación y la falta de transferencia de conocimiento Pillados por los gestos Para realizar su propósito, evitar los hurtos en tiendas, se basa en una herramienta de IA y ‘deep learning’, que permite la identificación de los gestos previos al robo. Pablo Blanco, director de Veesion en España, lo explica: «Se trata de una cajita del tamaño de una mano que conectamos al router de internet de cada tienda para recoger las grabaciones de las cámaras. Analizamos en tiempo real los gestos que hacen los clientes para detectar cuándo hace un gesto sospechoso de robo o de hurto. Entonces se manda una notificación para poder evitar la acción». La notificación llega a tablets, smartphones, ordenadores e incluso cajas registradoras. Con un software propio, el sistema no hace reconocimiento facial. «A través de unos algoritmos y el proceso de ‘deep learning’ -señala Blanco-, la herramienta mejora cada poco tiempo. Nuestro sistema no realiza análisis facial, análisis biométrico. No identifica a la persona, no lo reconoce. Solo analiza sus gestos». La protección de la identidad es una de las máximas de la empresa. De momento solo se utiliza en negocios privados y la compañía está en proceso de desarrollar otros proyectos similares para detectar la violencia en el Metro u otros lugares públicos. El gran paso adelante será usar la IA para predecir la actuación del consumidor y dar respuestas a la medida Selección de candidatos Otra de las posibilidades de la IA es la de facilitar los procesos de selección de personal. Los asistentes virtuales de hr bot factory han realizado ya más de 1.200.000 evaluaciones. Fundada en 2019, la startup trabaja para BM Supermercados, DIA y Makro. Sus fundadores, Antonio Corral y Jon Gonzalo, saben cómo captar talento. Los dos han sido directores de RR.HH. de grandes empresas: Corral lo hizo en el Grupo Inditex y Gonzalo, en Cortefiel. En 2020 ya comercializaban la solución. «Sabíamos que el proceso de selección masiva era muy poco eficiente -indica el CEO Antonio Corral-, porque representa mucha carga de trabajo. Con la IA y los asistentes virtuales automatizamos todas las fases que tradicionalmente se hacían mediante personas, que revisaban currículums, realizaban la criba, llamaban por teléfono a los candidatos, les hacían entrevistas, les citaban para otras entrevistas… Ahora la evaluación, entrevista y cualificación es automática». El nuevo proceso tiene una ruta definida. «Nosotros damos la oportunidad a todos los candidatos -informa Corral- de tener la primera entrevista con el asistente virtual y luego la otra ventaja muy importante es el poderle dar seguimiento a todos los candidatos de manera personalizada a través de otro asistente virtual. Sustituimos la carga de trabajo que tiene un técnico de selección por un robot que se encarga de hacer toda esa tarea». Los candidatos interactúan a través de WhatsApp, pero «nunca ven que detrás del proceso está hr bot factory. La IA y las tecnologías de análisis de información nos permiten crear algoritmos de evaluación automáticos», apunta Corral. Si la persona que aspira al trabajo graba un video, el sistema analiza su estado anímico en función de la gestualidad de la cara. Sobre el debate de la sustitución de las personas por máquinas, el CEO lo tiene claro: «Nunca vamos a ser capaces de sustituir las capacidades de todo el departamento de RR.HH., pero hay muchas tareas que son perfectamente automatizables. Ahí está el futuro, en dotar a las compañías de herramientas para ser más eficientes». La fima se encuentra cerrando una segunda ronda de financiación de un millón de euros. Su objetivo para 2023 es comenzar en el mercado de Reino Unido para el próximo año poder dar el salto a EE.UU. Más allá de la IA, otras tecnología están ya revolucionando el sector. Mención especial merece el ‘blockchain’, que permite una trazabilidad exacta, fácil y segura de los alimentos. Pero ofrece muchas y variadas aplicaciones, asegura Medina, «algunas aún por descubrir, relacionadas con la movilidad sostenible, los procesos de negocio, el desperdicio alimentario, la formación del precio, la economía circular y, por supuesto, el comercio electrónico».